El día que la piscina de Carmen se rebeló (Historia real y llena de cloro)
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Todo empezó un caluroso verano, cuando Carmen decididio que mantener su piscina era "pan comido". Compro lo básico: cloro, una red para hojas y, claro,su increíble habilidad para procrastinar.
Resultado:
Dos meses después, el agua tenía un tono verde radioactivo, los vecinos comenzaron a preguntar si había abierto un criadero de ranas, y el filtro sonaba como si estuviera pidiendo auxilio.
Busquo soluciones en internet y, claro, se encontro con consejos como: "Mantén los niveles de pH estables" o "Usa el mejor cloro multifunción del mercado con tropecientos mil efectos". Vamos, información súper útil para alguien que apenas sabe diferenciar el skimmer del limpiafondos.
Así que, tras mucha investigación (y algún que otro llanto), conseguio una fórmula sencilla para que su piscina no se convierta en el Amazonas.
Aquí te la comparto, porque sé que no quieres aprender a convivir con algas mutantes.
Consejos clave para mantener tu piscina cristalina y libre de fauna salvaje
1. Controla el pH como si fuera tu cuenta bancaria
El pH es la clave de todo. Demasiado alto y el cloro no hace nada, demasiado bajo y acabas con los ojos rojos como si hubieras llorado viendo una peli de drama. Mantén el pH entre 7.2 y 7.6, y todo irá sobre ruedas.
2. Cloro: tu mejor amigo, pero sin excesos
Añadir cloro a lo loco no soluciona nada.
Calcula la dosis adecuada según los metros cúbicos de agua y usa productos de calidad (sí, esos que no compras en el bazar de la esquina) y nada de multiefectos, solo cloro.
3. Filtrado: no es magia, es mantenimiento
Tu filtro es el verdadero héroe. Hazle una limpieza semanal minimo (si haces dos mejor que mejor) , revísalo y dale cariño, porque sin él, tu piscina será el nuevo hábitat de la vida marina.
4. Aspirar: el gimnasio que tu y tu piscina necesitais
Sí, limpiar la piscina es como ir al gym: si no lo haces, las cosas se descontrolan. Aspira paredes y fondo regularmente (minimo una vez por semana) realmente es como barrer tu casa, si barres a menudo vas mas rapido que si barres cada 6 meses , para evitar que la suciedad se acumule.
5. Cubre tu piscina cuando no la uses
Lo sé, suena aburrido, pero una lona protectora te ahorrará dolores de cabeza y kilos de hojas flotando.
Caso práctico: cómo convertí mi charco verde en una piscina de revista
La piscina de Carmen pasó de ser un experimento biológico a un oasis perfecto en solo una semana.
- Día 1: Ajusto el pH y Acido Cianurico.
- Día 2: Aplico cloro de choque para eliminar cualquier rastro de microorganismos no invitados. Utilizando el cloro justo para no pasarse y no subir demasiado el Acido Cianurico.
- Día 3: Hizo un ciclo de filtrado intensivo, con una buena limpieza del filtro y aspirado.
- Día 4: Cepillo algunas partes mas rebeldes.
- Día 5: Reviso niveles de alcalinidad y ajusto con Bircarbonato Sodico (de Mercadona) para que el agua no se vuelva loca y el PH quede estable.
- Día 6: ¡Fiesta en la piscina con mojitos (sin hojas flotantes)! 🎉
Conclusión: Un mantenimiento adecuado salva vidas... y piscinas. Si tienes alguna duda suscribete mas abajo y hablamos por mail.