Eliminación de Algas Verdes con Lejia en Piscinas: La Guía Definitiva para No Morir en el Intento 🌿🏊♂️
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Si cada vez que miras tu piscina ves algo más parecido a un estanque de ranas que a un oasis refrescante, tenemos un problema, Houston. Las algas verdes son el enemigo número uno de cualquier dueño de piscina y, lo peor de todo, es que aparecen justo cuando más ganas tienes de darte un chapuzón. 😡
Tranquilo, no estás solo en esta batalla. Hoy te traigo la guía definitiva para eliminar las algas verdes de tu piscina clorada sin necesidad de vender un riñón en productos mágicos (spoiler: la lejía es tu mejor amiga). ¡Vamos al lío!
¿Por qué aparecen las algas en la piscina?
Las algas no aparecen por arte de magia (aunque a veces lo parezca). Su aparición es culpa de una combinación de estos factores:
- Falta de cloro: El cloro es el guardaespaldas del agua, si no está en niveles adecuados, las algas entran como Pedro por su casa.
- pH descontrolado: Un pH fuera de control es como dejar la puerta abierta a las bacterias y algas.
- Acido Cianurico: Por la nubes (rango ideal de 30 a 70 ppm)
- Filtración insuficiente: Si tu depuradora se toma demasiadas vacaciones, la suciedad se acumula y las algas aprovechan la fiesta.
- Condiciones climáticas: Calor, sol y humedad... la tormenta perfecta para el crecimiento de algas.
Cómo eliminar las algas verdes paso a paso 🧼🌊
Paso 1: Ajusta el pH y el Acido Cianurico antes de empezar la guerra
Lo primero es comprobar que el pH esté entre 7,2 y 7,4. Si está por encima, tendrás que bajarlo con Salfumant , pero no te pases o acabarás con más problemas que soluciones. Aplica 1,5 cc por cada décima de pH a rebajar por m³ de agua.
Ajusta el Acido Cianurico por debajo de 70 ppm
Tip: Mide después de unas horas para ver si necesitas un ajuste extra.
Paso 2: Supercloración nocturna 🌙✨
Nada de mezquindad aquí. Para una piscina de 10 m³ necesitarás 7,5 litros de lejía doméstica, pero asegúrate de que sea “apta para desinfección de agua potable” y sin perfumes ni aditivos raros.
- Reparte la lejía por todo el borde con una regadera,
- Deja la depuradora funcionando toda la noche, en modo filtrado.
- Al día siguiente: contralavado, cepillado y eliminación de algas muertas.
Nota: Si el cloro libre baja a 12 ppm, repón solo la cantidad necesaria hasta alcanzar 30 ppm.
Paso 3: Cepillado a conciencia (sí, toca sudar un poco)
Las algas son tenaces, así que agarra el cepillo y dale con ganas. No te limites a las zonas visibles, las esquinas y bordes también son un nido de problemas.
Truco PRO: Usa tricloro granulado en pequeñas dosis para reforzar el proceso en suelos y paredes, pero ojo, porque puede decolorar superficies delicadas.
Paso 4: Filtración, paciencia y repetición
Una vez realizada la supercloración inicial, toca repetir el proceso hasta que el agua esté cristalina. Puede llevar un día o una semana, pero paciencia, que Roma no se construyó en un día. Haz varios Lavados al filtro de arena.
- Repite la medición de cloro libre cada noche.
- Añade la cantidad exacta para mantener los niveles óptimos (30 ppm).
- Sigue cepillando y filtrando hasta que no haya rastro de algas.
Errores comunes que debes evitar 🚫❌
- Usar dicloro o tricloro en exceso: Aportan ácido cianúrico, que con el tiempo se acumula y reduce la efectividad del cloro.
- No medir bien el pH: Un pH fuera de rango hace que el cloro sea ineficaz, así que olvídate de improvisar.
-
No cepillar las paredes: Si solo confías en la química sin esfuerzo físico, las algas seguirán ahí. Sobre todo si las juntas no estan en buen estado.
- Parar la filtración demasiado pronto: La depuradora es tu aliada, así que mantenla encendida el tiempo necesario.
- Impaciencia: Si esperas resultados milagrosos en un día, mejor compra una piscina inflable. 😉
Caso práctico: De pantano a paraíso en una semana
Mi cliente Henry pensaba que con solo echar cloro a la piscina se acabarían las algas. Resultado: su piscina parecía el Amazonas y nadie quería acercarse.
¿Qué hicimos?
- Ajustamos el pH, Acido Cianurico y aplicamos 7,5 litros de lejía doméstica.
- Filtramos toda la noche y al día siguiente: cepillado intensivo + limpieza de fondo.
- Varios LAvados y enchuague de filtro
- Repetimos el proceso durante tres noches seguidas, ajustando los niveles de cloro.
- Resultado final: una piscina cristalina, lista para disfrutar (y sin ranas).
Si tienes mas dudas suscribete mas abajo y escribeme por mail te ayudare en todo lo que pueda.